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Cómo lavar y cuidar adecuadamente la ropa hecha con hilo de algodón suave

Hilo de sensación suave de algodón ha ganado innumerables corazones de los consumidores con su sensación excepcionalmente suave y propiedades superiores de absorción de humedad. Sin embargo, incluso el hilo de la más alta calidad requiere un cuidado adecuado para mantener su apariencia duradera. Los métodos inadecuados de lavado y cuidado no solo disminuyen su "suavidad" única, sino que también pueden causar deformación, desvanecimiento e incluso acortar la vida útil de la prenda.

Preparación de lavado: los detalles determinan el éxito
Antes de cargar su prenda en la lavadora, hay varios pasos clave que debe tomar. Primero, siempre revise la etiqueta de cuidado de su prenda. Si bien este artículo proporciona pautas generales, los estilos específicos pueden tener requisitos específicos. Segundo, gire su prenda al revés. Esta acción simple protege efectivamente la estructura de la fibra superficial de la tela y reduce la fricción y la abrasión, especialmente para prendas con tejidos o impresiones intrincadas. Finalmente, lave los colores oscuros y ligeros por separado para evitar la transferencia de color. Para las prendas de color oscuro por primera vez, agregue una pequeña cantidad de vinagre blanco al agua para ayudar a arreglar el color.

Método de lavado: suave, no áspero
La estructura de fibra única del hilo de sensación de algodón suave requiere un lavado suave. El lavado de manos es mejor. Use un detergente neutro en agua tibia, no superior a 30 ° C, y masajee suavemente la prenda. Evite el fregado o el retorcimiento vigoroso, ya que esto interrumpirá el loft del hilo y hará que la prenda pierda su forma.
Si el lavado de la máquina es necesario, siempre use una bolsa de lavandería. Esto aísla efectivamente la prenda de la fricción con otras prendas, evitando la píldora y el enganche. Coloque su lavadora en el ciclo "suave" o "de lana" y use agua fría o agua tibia por debajo de 30 ° C. ** Evite los ciclos de lavado duros y el agua caliente, ya que las altas temperaturas pueden encoger las fibras de algodón y hacer que las prendas se encogen. Elija un detergente leve y neutral sin lejía, que puede dañar las fibras, endurecerlas y decolorarlas.

Protección y ablandamiento del color: mantener el color y la sensación originales
Para preservar los colores vibrantes de sus prendas, evite los detergentes que contienen agentes fluorescentes y agentes de blanqueo. Los detergentes formulados específicamente para las telas de colores están disponibles para evitar efectivamente el desvanecimiento. Agregar una pequeña cantidad de suavizante de telas al agua durante el lavado puede ayudar a restaurar la suavidad de los hilos, reducir la estática y hacer que la prenda sea más fácil de cuidar. Sin embargo, tenga cuidado de no usar demasiado suavizante. Los residuos excesivos pueden obstruir los poros de fibra, afectando la absorción de humedad y la transpirabilidad.

Método de transmisión: al aire seco naturalmente, evite la luz solar directa.

Después de lavar, nunca use una secadora. Las altas temperaturas son una de las principales causas de contracción y endurecimiento de la ropa de algodón. El método correcto es secar al aire.

Primero, al quitar la ropa del agua, no la retire. En cambio, colóquelo plano sobre una toalla limpia para absorber el exceso de humedad. Luego, coloque la ropa plana en un área fría y bien ventilada para que se seque al aire, lejos de la luz solar directa. Los rayos ultravioleta de Sunlight pueden envejecer las fibras, causando amarillamiento y rígido. Para ropa fácilmente deformada, como suéteres y cárdigans, se recomienda colocarlos en seco al aire, en lugar de colgarlos. La fuerza de colgar puede hacer que la ropa se estire, especialmente alrededor de los hombros y los puños, afectando su forma.

Almacenamiento a largo plazo: mantenga la ventilación y evite la humedad.

Asegúrese de que la ropa esté completamente seca antes de almacenar. La ropa húmeda en un ambiente cerrado puede criar fácilmente el moho y producir olores. Dobla la ropa limpia cuidadosamente y colóquelos en una bolsa o armario de almacenamiento transpirable. Coloque el desecante o el repelente de la polilla en su guardarropa para evitar la humedad e insectos. Evite apiñarse la ropa en espacios pequeños, ya que esto puede causar arrugas innecesarias y deformación.